Creería yo que todas las empresas deberían asumir su responsabilidad en el impacto que generan con sus distintas actividades, tanto sociales como ambientales. En este sentido comparto un comentario que me hizo un integrante de la OPEPA cuando regresaba de Nuquí: “Coca Cola y Postobón deberían entender y asumir el impacto que generan en esta región. Si fuese así, ellos tendrían que estar en la obligación – ¿o será que nosotros deberíamos obligarlos? – de recoger los envases que dejan acá y colaborar para que estas playas y este mar no se contaminen más con plásticos de los envases de las gaseosas, pues estos envases son aún de ellos …” A muchos les pueden sonar locas estas palabras, utópicas. Pero la verdad es que cada uno de nosotros, desde la actividad que realicemos y el lugar en que nos encontremos, deberíamos hacernos conscientes de los resultados que generan nuestras diferentes actividades, midiendo su impacto tanto negativo como positivo. En resumen, nuestras actividades, cualesquiera que sean, y nosotros mismos, debemos madurar y empezar a actuar responsablemente, como adultos. En nuestro caso, nuestro pilar es y ha sido durante estos 10 años, la cocina de mercado. Creemos en ella, no por ser sólo un concepto gastronómico totalmente acorde con la realidad de cada región o como la única forma de hacer una cocina real y transparente, sino también como una actitud que nos puede fortalecer como empresa joven y a la vez, realizar una práctica de entendimiento que nos puede proporcionar un crecimiento. Creemos en el ejercicio de acercarnos a cada proveedor, al campesino, proporcionándonos el entendimiento del campo y de esta forma hacer lo que más nos gusta: servir en nuestra mesa lo mejor del campo colombiano. La verdad nos encanta hacer esto y sentir que esta actividad, que no sólo es gastronómica, nos fortalece con cada año que pasa. Sabemos que ésta es nuestra visión, nuestro camino, y al lugar a donde nos dirigimos.Y que difícil me es encontrar las palabras para intentar dar una imagen real de lo que es el Pacífico colombiano, específicamente del golfo de Tríbuga, donde ésta Nuquí al sur y al norte de la ensenada de Utría. También de la bahía de Cupíca, donde queda bahía Solano y – ojalá así sea – la prometedora ZEPA (Zona Específica de Pesca Artesanal) que se extiende hasta más arriba de Juradó. ¿Y por que me cuesta trabajo? Este es un territorio dual, me parece: es uno de los más ricos en recursos naturales, rebosante de cultura y está abandonado por el gobierno. Sus consejos comunales nos ponen a pensar en colectividad y solidaridad, y por otro lado nos encontramos con altos índices de corrupción. Diversas organizaciones tratando de colaborar para cuidar y sostener los recursos ambientales, y a la vez con barcos camaroneros que no respetan las millas náuticas donde tienen permitido su pesca de arrastre, o más bien, una pesca que arrasa con el suelo marino y no deja nada a su paso. Acá donde se pone el ojo se ve brotar la vida, en Utría, en el mar y en la selva, por todos lados nace vida. Y aunque cada año se ve una disminución del volumen de pesca, aún de este bello océano sale muy buen pescado, se pesca con facilidad. Pero también se ven cardúmenes de “patisecas” jugando en la superficie, se ve la pesca de kilo: coca flotando y esa cultura narco que también alimenta. Qué pena usar esta palabra que no tiene nada que ver con nutrición y que realmente no alimenta, y cuán tristemente muestra el camino del dinero fácil. Pero, ¿como no? En ese abandono, en esa lejanía… Yo no quiero entrar a juzgar con alineamientos morales. Y en medio de esto está el pescador, pescando por subsistir. ¡Oye Olimpo! Y ¿por qué no mandas una sola línea en vez de tu red? ¡Así podrás asegurar en el futuro alimento para tus hijos y tus nietos! ¿ Y el almuerzo de hoy donde me lo deja? Así es. Tanto de largo como de ancho. Compleja situación, como estar parado en esas playas del Choco, adelante ese mar bravío y atrás esa indómita selva.Yo pense que les iba a hablar de pesca y del pescado. Pero bueno, todo esto es también parte del origen de la comida.
Acá les dejo el link de la Fundación Mar Viva, ésta si es voz de experto.
http://www.marviva.net/index.php/es/noticias/marviva-en-la-prensa/colombia
Tomás F.Rueda
Foto: Pedro Rueda